miércoles, 2 de julio de 2014

Y contra pronóstico han ido pasando los años

          Qué miedo. Por un momento pensé que me había quedado sin palabras. Sin adjetivos, sin verbos, sin comas y sin tildes. Pensé que solo me quedaba un punto final por poner a esta historia que empecé hace ya bastante tiempo, menos mal que me equivoqué. 
Puede que no me queden palabras para otros, igual y tengo un montón de silencios, supongo que callarme casi dos años nunca estuvo entre mis planes. Simplemente necesitaba un paréntesis. O dos. Unos cuantos espacios para dejar atrás incisos que duelen. Y también fue buena idea darle varias veces al Enter. Hoja nueva. ¿Vuelta de página? No, cambio de libro. Y seguir con mi paranoica verborrea, que aún me quedan muchas cosas por decir. Pero, eso sí, a partir de ahora con la certeza de que las personas no se olvidan, solo dejan de importar.

Hoy tengo un poco más de ganas de escribir. Aunque los días a veces se me hagan demasiado aburridos sin ver a todo mi mundo conectado hay personas que logran salvar parte de esos días: mi novio, mis únicas dos amigas, mi familia -aunque esté a un poco más de 1000 kilómetros de mí, físicamente, obvio-. 
Aún así me siento un poco impotente, vulnerable quizás, un poco arrepentida, un tanto molesta, triste a la vez, confundida. De repente me da risa ver las grandes historias que guarda un simple verso, las incontables historias que guarda un libro, un lapicero, o hasta un corazón. Son emociones, sentimientos, todo plasmado en un trozo de papel. Son vivencias, dolores, miedos recreados en tinta. Sólo un poco de importancia para quién los lee, nunca serán leídos por quién los escribe, porque dolería como 50 puñaladas sin morir aún. Aún así no quieres que deje de doler, cada cosa que escribes es un pedazo de ti.

Y a pesar de todo nos encanta sufrir, así somos los humanos. Masoquistas de nacimiento (en especial yo). La idea de que debemos sentirnos así, pero no nos daña del todo, nos alimenta para crecer de a poco.
Un poco de felicidad no daña a nadie, ni siquiera a un artista, pero de aquellas felicidades suelen venir decepciones, es cuando esperas demasiado de ti o de alguien más, y lo pierdes todo. Pasar el día en las nubes no tiene nada de malo, lo malo es bajarLas malas experiencias suelen fortalecer y sirven de colchón para cuando caigas de la nube a la cual te subiste. En mi caso no es así del todo, mis malas experiencias son escaleras que me ayudan a subir a una nube más alta, pero más segura de acercar mi meta. Subir no es malo, duele bajar, pero no te mata.

A veces es bueno mirar el pasado, ver en qué nos equivocamos de una manera más calmada. Siempre te dañará recordar algunas cosas, así como muchos momentos volverán a hacerte sonreír. Son cosas que vale la pena volver a sufrirlas, vivirlas, disfrutarlas nuevamente, un artista suele ver las cosas así... o al menos, mi artista interior ve las cosas de aquella forma... No es algo malo, al contrario.
Todo es un instante, y cada uno es pasajero. Aunque me cueste aceptarlo ningún «para siempre» realmente dura para siempre y eso está bien. Bueno o malo, habrá que dejarlo ir en algún punto, entonces lo que queda es disfrutar... sólo disfrutar, pues esto no se va a repetir otra vez. 
Buenas noches. 

sábado, 22 de diciembre de 2012

Prometo no guardar más recuerdos, así no me aferro, así no duele.

martes, 25 de septiembre de 2012


¿Por qué me haz dejado sola en este mundo de incomprendidos e inconexos? Qué voy a hacer sin ti…
Ya no creo en la justicia, ni en la esperanza, ni en el olvido. Ya no creo en nada. Alguien me arrancó sin ningún tipo de piedad de tus frágiles brazos que me pedían a gritos y ahora me falla el ánimo del gesto y la potencia del corazón.
Ahora sé lo es que tener un profundo e intenso dolor en el pecho, ahora sé lo que es sentir cuchillos de metal atravesando el alma y agonizar en vida.
Dame tiempo, tu marcha aún está muy reciente y todavía tengo que asimilar que ya no volverás a cocinar con todo  el amor del mundo, ni que ya no sonarás al otro lado del teléfono, ni que ya no me recibirás con besos de bienvenida. Recobraré la entereza poco a poco y con ella vendrá mi sonrisa, aquella que te encandilaba constantemente y te hacía la vida más bonita.
Siempre guardabas en los bolsillos del delantal montones de flores para mí y yo me sentía más bonita que nunca, por dentro y por fuera. Contigo vestía el disfraz de rosa cada día, contigo la vida tenía otros aromas y colores que no consigo alcanzar ahora. Pero lo que tú no sabías es que la auténtica flor que resplandecía en el rosal eras tú, tan  linda por fuera con tu cabello blanco y tu piel envidiable pese al paso del tiempo, pero infinitamente perfecta por dentro. Tan buena y generosa con todos que algunas veces olvidabas de ti.
Ojalá pudiese ponerme en tu lugar y dar la vida por ti, porque todo lo que soy te lo debo. 

Perdóname si alguna vez te he fallado, si no estuve todo lo que tenía que estar. Me pregunto una y otra vez si te cuidé bien. Tu mirada me decía que no lo hacía mal del todo, tus manos hablaban por tus labios, me buscaban y me suplicaban que no te soltara y yo me acostaba a tu lado, te acariciaba las mejillas y te llenaba las arrugas de amor.  
Perdóname por no comer tus guisos. Perdóname por no haberte confesado nunca que fui yo quien usaba tu maquillaje a escondidas con el afán de parecerme un poquito más a ti. Perdóname también por ser quien partió en dos tu florero favorito.
Te prometo que cumpliré todos aquellos deseos que pedías para mí, y que seré feliz sobre todas las cosas, vengan como vengan.
Te prometo que nada ni nadie que no merezca la pena será capaz de lastimarme, ni siquiera de hacerme un rasguño.
Te prometo que tarde o temprano dejaré de llorar. Sé lo que te dolería verme con los ojos hinchados y la cara inundada por la tristeza, eras demasiado humilde para dejar que lloren por ti.
Y te prometo también que no habrá ni un solo día de mi vida que no te piense.
Algún día nos volveremos a encontrar y no nos separaremos jamás.

Te quiero mucho abuela. Te lo he dicho en bajito al oído la última vez que me tumbé a tu lado. Tenías los ojitos cerrados y comenzaba a desfallecer tu inmenso corazón, pero sé que pudiste escucharme, te resbalaba una lágrima.

Seguimos siendo dos - 25.09.10

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Para empezarpara empezar... ¿Cómo empiezo?. Tengo hambredebería hacerme un café, un café me ayudaría a pensar... pero antes debo escribir algo... 
He querido escribir, pero estoy llena de ausencias y silencios. 
He deseado escribir y las palabras ni se acercan... huyen.
He regresado... un tanto fría, algo vacía, esperando una noche de sol y luna llena.

martes, 7 de agosto de 2012

Dosis cargada de realidad.

Mi cumpleaños es dentro de tres días. Y la verdad no ando nada entusiasmada. Nunca me gustó celebrarlos, no sé porque, tal vez no me gusta demasiado ver como pasa el tiempo y yo siento que todo sigue igual... no sé.
Me molesta que todos intenten hacer de esta fecha la mayor alegría de mi vida... o de sus vidas más bien. A nadie o muy pocos parece importarles lo que realmente quiero, lo que me gusta o lo que me importa... La gran mayoría de mis ''amigos'' y conocidos, todos los años, empiezan a decirme cosas como ¿Hacemos una fiesta en tu casa? ¿Salimos a bailar? ¿Como lo vamos a festejar? No, no, no... Es mi cumpleaños, no tu excusa para hacer algo que te divierta, si quieres hacer una fiesta en tu casa, hazla. Si queres salir a bailar, sal. Si quieres festejar, festeja. Pero no me incluyas, no me gusta hacer ninguna de esas cosas, no, es mi cumpleaños y lo voy a pasar a mi manera y me gusta estar sola. No me digas aburrida o amargada, mi definición de diversión no es la mismo que la tuya, lamento que sean tan opuestos pero no me martirices por eso.

Si querés llamarme, o venir a verme y abrazarme para desearme un feliz cumpleaños, bien, gracias, todo bien... Pero no intentes arrastrarme a otra cosa. No me digas: "Vamos, lo vas a pasar bien" porque creo que yo me conozco lo suficiente para saber cómo la paso bien y cómo no.
Ya me obligaron una vez a festejar por los demás y no me gustó, basta, no quiero hacer ni ser lo que los demás quieren. Buenas noches.

martes, 24 de julio de 2012

Taciturno... ¿Y libre?

Caminé muy despacio hacia mi habitación, fue muy difícil encontrar las llaves cuando lo único que proyectaba luz era la pequeña linterna que siempre llevo conmigo. Cerré la puerta del departamento intentando dejar dentro todas las palabras que alguna vez me lastimaron. 
Ahora sólo eramos nosotras: La luna y yo. Yo, observándola detenidamente y contándole mi vida. Ella, serena y sola... Las horas avanzando y nada de que preocuparme. A fin de cuentas todo es más tranquilo siendo las 3 de la mañana...

jueves, 12 de julio de 2012

No tengo nada más que poner de fondo y el ruido me va a matar. El silencio, el aire y las cuatro gotas que se van oyendo de fondo lentamente. Quiero escaparme, donde sea, pero tiene que ser ya, ahora. Sé que queda poco, muy poco además, pero necesito hacerlo hoy. Más que exhalar partículas de aire, sin lugar no puedo hacerlo, me ahogo, me hundo, muero. 

martes, 19 de junio de 2012

Cristales empañados.

Abro el grifo de agua caliente casi al máximo y lo dejó así un par de minutos. Mientras espero a que el vapor empañe los cristales me deshago del peso que arrastro encima durante todo el día, ropa incluida. Abro la puerta y entro. Adoro la sensación que produce el agua cuando recorre cada milímetro de mi piel, lentamente, sin prisa por llegar a ningún lugar en concreto, descubriendo todos y cada uno de mis secretos e imperfecciones. Aquello que guardo sólo para mí. Me gusta sentir los chorros de agua contra mi piel intentando derribar la barrera que me separa del mundo externo. Y estar así, sólo el agua y yo, sin ese escudo que me protege día y noche, sintiéndome vulnerable, frágil, sin nada más que una fina capa de agua resbalando sobre mi cuerpo en el único momento del día en que siento paz y tranquilidad, donde mi mente viaja sin remordimientos, normas ni límites, sin presiones. Y juego a dibujar mis emociones en el cristal empañado y a ver mi reflejo en el borde para no olvidar nunca quién soy.

domingo, 3 de junio de 2012

Maldita dulzura.

Sucede que a veces me canso. Me canso de muchas cosas. Me canso de esperar(le), de escuchar el tictac del reloj, de las miradas vacías, de las palabras sin sentido, de los besos embusteros y de las caricias a destiempo. Sucede que a veces me canso y un suspiro se convierte en algo interminable. Cuando me canso parece que no encuentro mi camino, que no veo la luz al final, que las espirales invaden mi espacio vital (y me dejo caer en ellas). Sucede que a veces me canso de este pulso a la vida, de perder las esperanzas en desagües olvidados, de no recibir cosquillas. Me canso de vivir esta vida sin mí. De ser una mera espectadora sin ser capaz de convertirme en la absoluta protagonista de mi historia.
Y es que, señoras y señores, sucede que a veces me canso...




sábado, 2 de junio de 2012

Cold like winter.

El frío me trae recuerdos. Recuerdos de una película que me decía a gritos que el frío traía consigo un cúmulo de casualidades. Todo ocurre más deprisa con el frío. Y todas estas capas de ropa. Las odio. Simples obstáculos textiles que separan tu piel de la mía de una forma absurda, casi innecesaria. Pero sonrío con mi mejor sonrisa congelada porque no me olvido de tu deuda conmigo. Sigues debiéndome una carta de amor (y alguna que otra canción desesperada). Y bailes sin ton ni son. Eres pura matemática, pura geografía, filosofía comprensible e historia cambiante. Eres mi asignatura favorita de los exámenes de invierno.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Me gusta el invierno, la lluvia y las largas conversaciones por teléfono. Soy la persona más impuntual que he conocido en mi vida. Hablo muy bajito cuando me pongo nerviosa más todavía. Tengo una lista enorme de películas por ver. Podría pasarme días enteros leyendo. Soy una inútil con las matemáticas. Suelo releer cada mensaje mil veces antes de mandarlo. No veo la hora de irme a estudiar fuera. No me gusta que me vean llorar. Me encantan los debates y poder ver distintos puntos de vista para una situación. Me gusta pasarme horas y horas hablando con mi madre. Soy demasiado indecisa, para todo. Me gusta escribir. Me gusta darme cuenta de cosas que los demás pasan por alto. Me encantan los días en los que tengo muchas cosas que hacer. No me gusta hacer planes con mucha antelación. Siempre he soñado con vivir en una casa en la playa. No me gusta echar de menos. Me encanta sonreír y que la gente sonría.

domingo, 20 de mayo de 2012

miércoles, 16 de mayo de 2012

Ella nació con un corazón de esos que se rompen fácilmente.



Se sentaba delante de la ventana y encendía un cigarrillo, dejaba que el humo llenase la habitación. Me contaba que se sentía sola, que a veces tenia ganas de gritar, que se sentía atrapada en esta ciudad, que contaba las horas para irse, que le arrancaba el alma. Me confesaba que a veces se emborrachaba, con el licor de todos los licores, intentando huir de todos sus temores, pero que a veces se quedaba sin lugar donde esconderse y que la atrapaban por la noche... Me contó que tomaba pastillas para dormir y olvidar, que le gustaba verse llorar delante de un espejo, que se preguntaba si habría algún Dios, que se pasaba todas las tarde mirando por aquella ventana, esperando que él pasase por la acera. Me dijo que aun escuchaba sus canciones y que aun veces, rezaba por su regreso, por volverle a ver, por contarle cosas que no sabía ya decir, que se le habían olvidado ya hace mucho tiempo... Me contó que ya no se sentía valiente y que los recuerdos le perseguían por cada esquina... 

martes, 15 de mayo de 2012

El principio de un fin, de un fin que no tuvo principio.

Los recuerdos no están muertos; si recordamos de repente determinados momentos del pasado es porque necesitamos devolverles la vida, de vez en cuando. Porque extrañamos la sensación que teníamos en aquél instante, porque quisiéramos inconscientemente volver a vivirlo, repetirlo una y otra vez. Puede que no me queje lo suficiente porque si lo hago podría perder lo poco que tengo y ese es un riesgo que no quiero correr. Puede que haya dado ya demasiadas vueltas a algo que no tiene mucha solución. Puede que mi vida sea esto, estar aquí. Puede que ya no tenga sentimientos, o porque mis únicos sentimientos te los llevaste tú cuando nuestras miradas dijeron más que nuestros silencios hace tanto tiempo atrás. En realidad podría engañar a cualquiera, mi vida iba bien, había mejorado, hasta que tú volviste y contigo volvieron las noches sin dormir, Llegaste y me hiciste caer otra vez, tropecé tantas y tantas veces en la misma roca. Esto es casi como una batalla, él que da los golpes siempre eres tú y lo curioso es que las mías siempre son batallas perdidas, que aunque esta sea la milésima vez que diga ''ya no más'' es otra vez la misma historia




Pero no te preocupes, no me rendiré tan fácilmente, sacare buenas cosas de los malos momentos y no dejare que me afecte. Estaré bien, voy a ser fuerte. 

sábado, 21 de abril de 2012

A los grandes ojos pardos que ya no están.


Tiempo que no te escribo nada, las dos sabemos que no tiene importancia ya que vives conmigo y en mí todo el tiempo.. pero sabes todavía sigo perdida sin ti, sigo llorando al oler tu ropa y tus pañuelos, sigo olvidándome de que ya no estás y sigue doliéndome mucho cuando lo recuerdo, sigo queriendo ir a la sala de tu casa esperando que estés ahí sentada.
Como siempre... sigo preguntándome porque tú.



Un año más que no puedo darte un abrazo de cumpleaños.
Te quiero abuelita

viernes, 13 de abril de 2012

Escribo para contarlo.

Escribo porque desde niña me he aburrido y me aburro y me aburriré siempre, mortalmente. Escribo porque esta película es muy lenta, porque este tono es muy monse, porque me pesa demasiado la vida. Escribo porque tengo mucha ira, mucha hambre, mucha pena, mucha prisa.

Escribo en la ilusión de que –ya que te he decepcionado en todo lo demás– por lo menos estés orgullosa de lo que escribo. Escribo porque siento que me abandonan las ganas y los recuerdos. Escribo porque se terminan los sueños y los amigos.

Escribo porque escribir me da menos vergüenza que adorarte, , menos vergüenza que sentarme a esperar que quizás alguien, algún día. Escribo para celebrarme y para destruirte. Para destruirme y para celebrarte.
Escribo para que todos sepan que ya no te quiero pero cuánto te quise, que mi voz buscaba el viento para tocar tu oído. O que ahora, en realidad, te quiero más y que el solo hecho de saberlo te arrebate un poquito de felicidad. O te la duplique.

Escribo para resistir la tentación maldita de marcar tu número de memoria.
Escribo para ver si, por lo menos así, me das un poquito de bola. Escribo para recordarte que todavía estoy aquí. Que, contra todo pronóstico, resistí. Que, por si acaso, no me he muerto. Todavía no me he muerto, puta madre.
Pero escribo, sobre todo, con el loco afán de llamar tu atención. Para que me mires. Para que me mires, pero no me toques. Para eso escribo, para que no tengas ni siquiera la ocasión de sonreírme de lejitos, con dulzura. 
Para que no me hables, para que no me abraces, para que, por lo que más quieras, no me beses. Por favor, no me beses.

miércoles, 11 de abril de 2012

Mi ultimo esfuerzo.


Hoy hace un año entraste en mi vida, hoy después de tanto aquí me encuentro, intentado quitarme este sentimiento, dándome cuenta que aún me tiembla el pulso al pensar en ti. Hoy como hace un año estuve en starbucks, esperaba alguna señal, esperaba verte ahí, demostrándome que todo va más allá de palabras. Caminé, encendí un cigarrillo, miraba ese juego mecánico que tanto nos encanta-ba y sólo se cruzó por mi cabeza una palabra: Gracias.  Gracias por las sonrisas infinitas, por los abrazos. Gracias por ser incondicional. Gracias por tomar mi mano al caminar, por aguantar mis malos ratos. Gracias por enseñarme que los detalles si importan. Gracias por quererme sin medida. Gracias por haberme hecho la persona que soy ahora, por haberme hecho más segura, más inteligente, más sensible y sobre todo menos inocente. Gracias por haberme enseñado que los cuentos de amor de princesas y príncipes son sólo eso, cuentos. Me enseñaste que en la vida hay personas buenas, pero también personas malas que se disfrazan de buenas. Gracias por haberme enseñado que decir ''te amo'', no son palabras sagradas, que son palabras que cualquiera puede decir, pero no todos podemos sentir. Me enseñaste a que por más que yo le abra a alguien las puertas de mi casa, de mi familia, de mi corazón, de mi vida, no quiere decir que esa persona me las abra a mí también.
-Nostalgia-
 Los recuerdos se me vienen encima sin poder evitarlo, los recuerdos de tu mundo me invaden o de ese mundo que yo inventé para ti, para nosotros, los recuerdos y sin querer darme cuenta, también todo lo demás.Mientras escribo todo esto pienso, pienso, y no me creo que esté escribiéndote a ti, escribiéndole a alguien que ya no existe. Porque ya no existes, él chico que me volvía loca ya no existe. Ya no me importa lo que hagas con todo lo que te di. Si quieres tirarlo adelante, si quieres guardarlo me parecerá igualmente bien. Quitar los recuerdos físicos  es algo bastante fácil comparado con borrar los recuerdos del corazón. Te conozco demasiado, aunque creas que no es así,  y sé que no responderás a esto, que no encontrarás ni respuesta ni motivo para hacerlo. Son las últimas palabras que te escribo, puedo darte la mano pero no puedo sostenernos a ambos.

viernes, 6 de abril de 2012

Cualquier día de estos me enamoro de ti ... Pero tranquilo, todavía me caes demasiado bien como para hacerte esa putada.

jueves, 5 de abril de 2012

Otro de esos días raros, para mí.

Uno de esos en los que no sabes qué pensar. Como cuando crees que va a ocurrir algo pero no tienes muy claro qué. Una  de esas situaciones en las que aguantas la respiración esperando ¿Esperando qué? ¿Qué se puede esperar cuando todo el horizonte se ha teñido de azul? pero no del mismo azul, no. Son un par de azules diferentes, pero azules al fin y al cabo. Sí, como decía, un día extraño. No sé si para bien o para mal. Aunque, peor aún, es difícil. No sé. No lo sé, sólo el tiempo y los hechos lo dirán. Pero detesto sentirme tan perdida, confusa y desconfiada. 

martes, 3 de abril de 2012

Aquí no corre el tiempo tras la prisa ...

Desde aquella noche que fuiste por tabaco no he vuelto a saber nada de ti. La gente me dice que en realidad no eras más que un agente de la CIA que quería sonsacarme información sobre la fabricación de armas de destrucción masiva en el ventrículo izquierdo de mi corazón, otros aseguran que eras un puro sueño de noches de verano en la que no se hace más que echar de menos, y también están, cómo olvidarlos, los que se muestran convencidos de que en realidad eras uno de esos mensajes que se autodestruían del inspector Gadget. Pero yo sé que sigues ahí. O eso creo. Creo que en realidad fuiste a por gasolina para nuestro incendio. Y justo apareció un océano en medio, porque cuando yo te echo de menos parpadeo en exceso, y tú te ahogaste. Bueno, no te ahogaste: todavía hoy sigues ahogándote. Y creo que esperas que vaya a buscarte con uno de esos carteles que la gente lleva a la sección de llegadas de los aeropuertos, uno con tu nombre. Sí, tu nombre escrito con letras grandes y ligeramente redondas. Pero no lo haré porque ya no quiero recordar más tu nombre. Ya, ya lo sé, sé que podría inventarte uno, uno nuevo, a juego con tus polos veraniegos y con tu sonrisa, esa sonrisa que podría iluminar toda la ciudad. Nicanor, por ejemplo. Aunque Nicanor sabe un poco a limón y a poeta. Pero, en fin, de todas formas, el problema es que yo ya no sé si me atrevo a fingir que existes.

lunes, 2 de abril de 2012




Uno cree que el mayor problema en el amor es que la persona que amas no te ame, que te digan que no, que te rechacen, no gustarle a un chico, esas son las peores pesadillas. Tenemos miedo a salir lastimados, que nos explote el corazón de tristeza, da miedo el amor, da miedo el no, el rechazo, la soledad, pero en realidad no nos damos cuenta de que el verdadero miedo no es al no, es al sí , 
porque después del sí es cuando empiezan los problemas

Lienzo en blanco.

Empezar de nuevo no es tan sencillo como eliminar todas las entradas de tu blog. No puedes formatear tu memoria y mucho menos tu corazón. Aunque nadie puede volver atrás y hacer un nuevo comienzo, cualquiera puede comenzar ahora y hacer un nuevo final.  ¿Qué escribir? ¿Cómo? ¿Para quién? ¿Por dónde empezar? Creí tener todas las respuestas pero de pronto cambiaron todas las preguntas, va a ser un largo camino, pero empiezo ahora.