jueves, 5 de abril de 2012

Otro de esos días raros, para mí.

Uno de esos en los que no sabes qué pensar. Como cuando crees que va a ocurrir algo pero no tienes muy claro qué. Una  de esas situaciones en las que aguantas la respiración esperando ¿Esperando qué? ¿Qué se puede esperar cuando todo el horizonte se ha teñido de azul? pero no del mismo azul, no. Son un par de azules diferentes, pero azules al fin y al cabo. Sí, como decía, un día extraño. No sé si para bien o para mal. Aunque, peor aún, es difícil. No sé. No lo sé, sólo el tiempo y los hechos lo dirán. Pero detesto sentirme tan perdida, confusa y desconfiada.